Fáciles de usar e integrar
Los agentes de biocontrol pueden integrarse en las prácticas agrícolas existentes y complementar otros enfoques sostenibles, como la agricultura ecológica y el Manejo Integrado de Plagas (MIP). La protección biológica de los cultivos no suele requerir ningún equipo de aplicación específico; por ejemplo, los nemátodos beneficiosos pueden mezclarse en tanque con otras soluciones de protección de cultivos.
Sin residuos químicos
Los productos biológicos no dejan residuos en los cultivos. Esto mejora la seguridad alimentaria y evita el riesgo de residuos de pesticidas en la cadena alimentaria, respondiendo así a las preocupaciones de los consumidores sobre la exposición a productos químicos. En consecuencia, la adopción de prácticas biológicas de protección de cultivos le permite cumplir los requisitos cada vez más estrictos establecidos por la venta al por menor, incluidos los supermercados, garantizando que sus productos se ajusten a sus normas de calidad y seguridad.
Sin plazo de seguridad
La mayoría de los productos fitosanitarios biológicos no requieren un intervalo de seguridad previo a la recolección debido a su seguridad inherente. Nuestras soluciones biológicas no plantean riesgos para la salud humana ni para el medio ambiente.
No generan resistencias en plagas ni enfermedades
Los agentes de control biológico, como los insectos beneficiosos, los ácaros y los nemátodos, proporcionan soluciones duraderas para la gestión de plagas. Las plagas no desarrollan resistencias a los enemigos naturales, algo que sí ocurre con los pesticidas químicos.